Entre los avances que produjo la mexicanización. durante el lapso 1961- -1977 destaca la creciente participación del Estado, por medio de la e F M, en los grandes proyectos mineros (en 1970 manejaba 15 empresas y 38 en 1976). Otros logros son: las invers iones se elevaron en forma considerab le (en el lapso 1966-1970 la inversión promedio anual fue de 1 000 millones de pesos y en el período 1971-1977 fue de 3 000 millones); se diversificó la extracción de mineral es; las reservas probadas de un número importante de empresas aum entaron 684.6%; se descubrieron 35 yacimientos que contienen 15 minerales diversos en 17 entidades del pús; el número de plantas concentradoras pasó de 82 a 332; aum entó la capacid ad de fundición de cobre (63%) y de plomo (53%); la capacidad de refinación de cobre, plomo y cinc se elevó 150, 33 y 225 por ciento, respectivamente, y la fuerza de trabajo creció de 60 000 a 150 000 trabajadores a 1 000 000
Los avances mostrados por la economía minera a partir de su mexicanización no lograron ocultar, empero, sus graves deformaciones, las cuales, en algu nos aspectos, se hi cieron más evidentes. Si bien el marco legal de la mexicanización perm itió al inversionista nac ional incorporar al sector minero al resto de lá actividad industrial, impulsar su crecimiento y orientar la producción de manera preferente hacia el mercado interno, ésta no se desarrolló en forma plena.
Así, de 1961 a 1970 la minería nacional conti nuó mostrando un errático y lento comportamiento. Su capacidad de respuesta frente a los incrementos de la demanda industrial se deterioró y se registró un continuo descenso de su participación en las expo rtaciones del país. De 1960 a 1970 el PIB del país creció 7% a precios de 1960, en tanto que la minería lo hizo en 2.2%, lo que ocasionó que fuese perdiendo importancia relativa de ntro del total del P 1 B: de 1.5% en 1960 a 0.9% en 1970. En el mismo lapso, las exportaciones de minerales bajaron su contribución al total nacional de 22 a 14.5 por ciento. En particular, de 1960 a 1970 el volumen producido de metales industriales no ferrosos registró un descenso med io anu al de 0.3%, en tanto que en el decenio 1950-1960 el decrecimiento medio anu al fue de 0.2%.
Los avances mostrados por la economía minera a partir de su mexicanización no lograron ocultar, empero, sus graves deformaciones, las cuales, en algu nos aspectos, se hi cieron más evidentes. Si bien el marco legal de la mexicanización perm itió al inversionista nac ional incorporar al sector minero al resto de lá actividad industrial, impulsar su crecimiento y orientar la producción de manera preferente hacia el mercado interno, ésta no se desarrolló en forma plena.
Así, de 1961 a 1970 la minería nacional conti nuó mostrando un errático y lento comportamiento. Su capacidad de respuesta frente a los incrementos de la demanda industrial se deterioró y se registró un continuo descenso de su participación en las expo rtaciones del país. De 1960 a 1970 el PIB del país creció 7% a precios de 1960, en tanto que la minería lo hizo en 2.2%, lo que ocasionó que fuese perdiendo importancia relativa de ntro del total del P 1 B: de 1.5% en 1960 a 0.9% en 1970. En el mismo lapso, las exportaciones de minerales bajaron su contribución al total nacional de 22 a 14.5 por ciento. En particular, de 1960 a 1970 el volumen producido de metales industriales no ferrosos registró un descenso med io anu al de 0.3%, en tanto que en el decenio 1950-1960 el decrecimiento medio anu al fue de 0.2%.
La minería fue también menos dinám ica que, incluso, sectores que utilizan una proporción importante de materias primas minerales. En el intervalo que se comenta la explotación de minas y canteras creció 22.2% a precios de 1960, la industria metálica básica 159.5% y la fabricación y reparación de productos metálicos 248.3 por ciento. El notable retraso de la act ividad extractiva obedece en gran medida a la deformación de la estructura productiva y de distribución, determinada con anterioridad al proceso mexicanizador y que subsistió casi sin cambio a pesar de la modificación que significó la mayoría de capital de nacionales en el sector. Algunas de las deficiencias que continuaron manifestándose fueron: a) la permanencia de la minería como una actividad exportadora de productos de bajo valor agregado, lo que hace que la producción sea especialmente sensible a las fluctuaciones internacionales; b) la incompleta incorporación y notab le rezago del sector con respecto al proceso industrial del país; e) la elevada concentración de la propiedad y riqueza minera, que se manifiesta, entre otros aspectos, en la coexistencia de modernas empresas al lado de pequeñas e ineficientes unidades productivas, y d) la notable sujeción con respecto a las empresas extranjeras para vender sus productos en el mercado internacional.
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