La minería continuó siendo la actividad más dinámica como en la colonia, dicha
actividad dependía de otros sectores como la sal, el azogue, la madera; todas
estas actividades requirieron de diversa fuerza de trabajo. Aunque la minería era
la actividad más dinámica, su tendencia a la baja prevaleció hasta mediados del
siglo XIX.
En la minería hubo distintos intentos de aplicar nuevas técnicas en las
explotaciones de oro y plata con capital británico. Sin embargo, no se cumplieron
las expectativas productivas que perseguían, lo que provocó el derrumbe
económico de otros sectores productivos. Las minas eran grandes consumidoras
de sal, de azogue, requerían maderas, animales de carga, granos, forrajes y
alimentos en general. Además requerían pólvora, hierro, acero, herramientas y
maquinaria. Así, a menor prosperidad para las minas, menor oportunidad para
otras actividades. Las cifras de producción de 1820-1840 fueron menores que las
del periodo de la guerra de 1810-1820, la recuperación de este sector se fue
dando hasta mediados de siglo.
Una empresa que hizo importantes inversiones en la explotación de plata fue la
“Compañía Minera de Real del Monte” en el distrito minero de Pachuca Hidalgo,
con capital de origen inglés. Esta compañía sobresalió por sus inversiones que
ascendieron a un millón de libras esterlinas; la administración, gestión empresarial
y asuntos técnicos estuvieron bajo control de ciudadanos venidos de Gran
Bretaña. Los procesos de extracción de plata tradicionales fueron sustituidos por
nuevos avances tecnológicos que hicieron más eficiente la producción; aunque en
algunos casos coexistieron con métodos arcaicos.
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