México posee grandes
riquezas naturales. Es conocida la
existencia de
vastos yacimientos de hidrocarburos y de cuantiosos recursos forestales,
pesqueros y minerales. Empero, su
cabal explotación y consecuente desarrollo en beneficio de la nación aún
no se ha logrado. En este trabajo se resumen aspectos generales de la evolución. de la minería mexicana y algunas
características de su estructura.
En el pasado la minería fue
una de las ramas más importantes de la actividad económica del país. A su
amparo surgieron las primeras ciudades del norte y del centro del país y se
empezaron a desarrollar diversas actividades industriales y comerciales, así
como el transporte. Asimismo, contribuyó al crecimiento industrial, por medio
del suministro de insumos y materias primas; a la balanza comercial, por
medio de la exportación de
minerales; al empleo, tanto en forma directa como indirecta, y al erario
público. Sin embargo, el crecimiento del sector fue generando profundas imperfecciones
en su funcionamiento, lo cual derivó en una operación deficiente, anárquica,
orientada a satisfacer requerimientos externos y sujeta a decisiones foráneas.
Actualmente la economía minera se caracteriza por su estructura marcadamente
oligopólica, donde las decisiones particulares prevalecen sobre el interés
nacional.
Se estima que cerca de dos
terceras partes del territorio mexicano poseen características geológicas
adecuadas para la existencia de minerales. Con
excepción de Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Tabasco, donde aún no se
localizan depósitos mineros de importancia, en todas las demás entidades se efectúan
actividades minerometalúrgicas (los principales estados productores son
Chihuahua, Coahuila, Sonora, Zacatecas, Hidalgo, Veracruz, Guanajuato y Durango) Sin embargo, se
calcula que apenas 1 S o 20 por ciento del territorio
nacional {casi dos millones de kilómetros cuadrados) ha sido explorado en
detalle. Una de las razones fundamentales que explican esos bajos porcentajes
es la insuficiente inversión que se destina a ese fin. Mientras que en otros
países mineros las empresas invierten cerca de 6% de sus ingresos en la actividad
exploratoria, en México la relación apenas pasa de 1%. Ello
obedece a que los empresarios mexicanos consideran que esta fase del proceso
minero es sumamente aleatoria y costosa, esto es, que no se tiene la certeza de
ubicar yacimientos y por tanto asegurar una tasa de rendimiento de sus
inversiones. Por ese motivo, ha
sido el sector público quien ha realizado en forma preponderante la exploración
para luego difundir sus resultados entre los inversionistas del sector.
UNA MIRADA ATRÁS
La historia de México está
ligada en gran medida al desarrollo de la minería. Sus orígenes se remontan
hasta la época precortesiana, cuando la extracción y explotación de metales preciosos
ocupaba un destacado lugar en la vida económica.
El desarrollo de la
actividad minera mexicana puede dividirse en tres grandes etapas :
a} desde el arribo de los españoles hasta finales del siglo x 1 x; en ese lapso la minería se caracterizó principalmente por la explotación de metales preciosos;
b} de 1910 a 1960, cuando la actividad, sin dejar de
producir oro y plata, se orientó a la extracción y beneficio de minerales
industriales, y
e) de 1961 a la fecha, período en el cual la
minería registró cambios cualitativos importantes y mostró una mayor
diversificación de su producción
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